El punto de la crítica anecdótica en este caso es la paciencia infinita y desorbitada de este pueblo-mártir…
En plena guerra los Nazis ahorcaron a un bielorruso. Estaba colgado durante 3 días, entonces lo bajaron. Se cayó con estrépito a la tierra y se puso de pie, atolondrado, parpadeando. No menos atolondrados son los Nazis, lo preguntan:
- ¿Yanka, como esto puede ser?
- Como, como… Primero, era doloroso y luego me acostumbré…
Los cientificos decidieron realizar un test psicológico con los 3 representantes de los “hermanos-eslavos”: ruso, jojol y bielorruso. La escencia del test es que hay una habitación oscura, en el centro esta puesto un taburete, en el cual esta metido un clavo de 100 mm. Y se ofrese sentar.
Pues se sentó el ruso, por supuesto, que en seguida pegó un salto y se lanzó contra las paredes con el taburete en mano, echando vergazos contra los experimentadores…
Se sentó el jojol, dio vuelta, encontró palpando el clavo, lo sacó del taburete, puso en el bolsillo y con palabras “me va a ser útil en mi granja” se volvió a sentar.
Le toca ir al bielorruso. Se sentó. Se levantó un poco y con palabras “A lo mejor, que así deba ser” se volvió a sentar…
En plena guerra los Nazis ahorcaron a un bielorruso. Estaba colgado durante 3 días, entonces lo bajaron. Se cayó con estrépito a la tierra y se puso de pie, atolondrado, parpadeando. No menos atolondrados son los Nazis, lo preguntan:
- ¿Yanka, como esto puede ser?
- Como, como… Primero, era doloroso y luego me acostumbré…
Los cientificos decidieron realizar un test psicológico con los 3 representantes de los “hermanos-eslavos”: ruso, jojol y bielorruso. La escencia del test es que hay una habitación oscura, en el centro esta puesto un taburete, en el cual esta metido un clavo de 100 mm. Y se ofrese sentar.
Pues se sentó el ruso, por supuesto, que en seguida pegó un salto y se lanzó contra las paredes con el taburete en mano, echando vergazos contra los experimentadores…
Se sentó el jojol, dio vuelta, encontró palpando el clavo, lo sacó del taburete, puso en el bolsillo y con palabras “me va a ser útil en mi granja” se volvió a sentar.
Le toca ir al bielorruso. Se sentó. Se levantó un poco y con palabras “A lo mejor, que así deba ser” se volvió a sentar…