lunes, 1 de agosto de 2011

Una digresión lírica

El mariscal de campo, Münnich, compañero de armas de Pedro El Grande dijo una vez:

«El Imperio Ruso esta dirigido directamente por Dios. Si no fuera así, no se entendería su pervivencia».

Le responde al respecto desde la hoguera Avvakum, un disidente religioso, condenado por el padre de Pedro El Grande:

«…Satanás ha obtenido Rusia de Dios para potenciarla con la sangre de los mártires».

En resumen se queda muy claro, que tenemos en Rusia la eterna dualidad de poderes, la cosa es bastante enredada. Para la oposición el país esta dirigido por el Diablo (desde Andrey Kurbsky y hasta Alekséi Naválniy, el opositor que esta muy de moda hoy día), para los estadistas, al revés, estamos dirigidos directamente por Dios (de esta manera se explica la tradición del canonizar a los líderes - desde Ivan IV, el Temible hasta Vladímir Putin todos son casi santos para unos y son endemoniados para otros).

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